A menos ya de una treintena de días vista... No tengo mucho o nada que decir, y menos de escribir. Sí, ya véis, amigos, aquí ando, en clave teatral, en quién me ha visto y quien me ve,- ya véís- y ni sombra de lo que era.
Es en estos días cuando entiendo lo de círculo vicioso, concéntrico o no, - desconcentrado más bien-. que es donde continúo, en esta tragicomedia sombría shakeasperiana en la que actúo (y sigo repasando). Sigo pues subida en una montaña rusa más alta cada día y más profunda a la vez de la que no sé como bajarme, o en su caso: tirarme. .
Sí, sobre la mesa, los papeles dispersos a la espera de ser representados por mí y solo por mí, (dramatis personae en un tiempo dentro de otro y que yo no controlo) con mi capa - rota aunque disimulada- de mujer heroína y con fuerza a lo Tirso o a lo dramático a lo lorquiano.
En la mesa, lo dicho: aguardan 72 temas y una neurona moribunda.